Cuando llega el momento en la organización de escoger por primera vez -o cambiar- una consultora en tecnologías de la información (TI) es importante tomar en cuenta la relevancia de contar con un soporte técnico de calidad, son muchos los aspectos que deben ser considerados sobre ese aliado que acompañará a la empresa en la transformación digital: años de experiencia, cantidad de implantaciones exitosas realizadas, especialización técnica, conocimiento de la industria, certificaciones, metodología, confianza generada, etc. Dentro de este compendio de factores el soporte técnico debe figurar con un porcentaje de relevancia considerablemente alto, puesto que esta asistencia es la que permite a los usuarios resolver con mayor o menor rapidez los problemas suscitados con las aplicaciones informáticas empleadas.
Bien sea que el negocio opere con soluciones para la planificación de recursos empresariales (ERP), la gestión de relaciones con los clientes (CRM), inteligencia de negocios (BI) o alguna suite que las integre todas, el servicio de soporte tiene la cualidad de incidir definitivamente sobre el nivel de satisfacción del usuario del sistema. Al poder solventar dificultades técnicas con celeridad, el colaborador de la compañía encuentra en soporte un apoyo esencial que lo respalda en su trabajo y ayuda con su rendimiento. Cuando las necesidades no logran ser cubiertas, la afectación es tanto para el cliente como para la consultora.
Existen distintos niveles de soporte técnico. El nivel de soporte inicial está asociado con las incidencias básicas del cliente; es sinónimo de soporte de primera línea o front-end. Puede implicar, por ejemplo, la resolución de usuario y contraseña, la verificación de configuración apropiada o la reinstalación de software.
Cuando la dificultad amerita áreas del conocimiento más especializadas se llega al segundo nivel de soporte o help-desk, que puede comprender configuraciones de redes inalámbricas o cableadas en grupos de trabajo.
El tercer nivel de soporte también es denominado back-end y denota métodos de solución a nivel experto y análisis avanzado.
El cuarto nivel, por su parte, a menudo constituye un punto de escalada más allá de la organización. Puede representar investigación y desarrollo e involucrar conocimientos a nivel del fabricante del producto.
En cualquiera de los casos, la atención oportuna es primordial. Para ello, la misma tecnología se sirve en la actualidad de una variedad de medios que permiten el contacto veloz. Al momento de estudiar qué diferencia a una consultora de otra, es primario saber si ofrecen un servicio de soporte telefónico, remoto y en sitio para casos de mayor complejidad. Igualmente, si la asistencia es 24/7.
Un equipo de soporte técnico debe resolver complicaciones con agilidad, cordialidad, respeto y claridad. De ser posible, debe anticiparse a las incidencias y ofrecer un servicio basado en la optimización. Conviene en esta área la aplicación de encuestas para evaluar el grado de satisfacción del cliente, el desempeño técnico, conocer los puntos de perfeccionamiento y detectar necesidades emergentes. De esta manera, la mejora será continua y tanto la empresa que contrata como la consultora podrán forjar una relación duradera basada en la confianza y la seguridad.