Disponer de una bola de cristal mágica debe ser, por mucho, la fantasía más frecuente entre quienes ejercen la toma de decisiones en una organización. Si un ejecutivo pudiese ver el futuro, con seguridad tomaría medidas más eficientes para alcanzar los objetivos empresariales, pero, dejando de lado a la pitonisa de feria, ¿con qué instrumentos puede contar un gerente para diseñar las estrategias que llevarán a la empresa a obtener su cuota del mercado y cubrir las necesidades de los clientes más exigentes? Una combinación de aplicaciones de tecnologías de información (TI) tiene la respuesta.
Desde hace varias décadas los sistemas de gestión empresarial vienen perfeccionándose para hacer más fácil la vida de las personas en una compañía. La capacidad de transformar datos en información y la información en conocimiento convierten las soluciones CRM (Customer Relationship Management), ERP (Enterprise Resource Planning) y BI (Business Intelligence) en un factor imprescindible para la sobrevivencia de la organización.
Procesos optimizados
La implantación del ERP adecuado propicia una gestión óptima en los diferentes sectores de la compañía. Un sistema de este tipo provee información centralizada en tiempo real, lo que elimina barreras entre departamentos y habilita a ejecutivos para la definición de las pautas a seguir; automatiza operaciones y enlaza acciones entre diferentes áreas; provee informes; permite hacer predicciones de la demanda; disminuye la tasa de errores de factor humano; admite administrar desde los recursos humanos hasta los almacenes y mejora el servicio al cliente al proporcionar información precisa sobre órdenes. ERP simplifica procesos y sistemas redundantes, lo que conlleva a reducir los costos de la empresa.
Mejores relaciones con los clientes
CRM ayuda a generar experiencias más ricas con los clientes. Con su aprovechamiento cabal es posible tener una fuerza de ventas más facultada y productiva; establecer comunicación con los seguidores de la marca en los diferentes puntos de venta, así como integrar la planificación, presupuesto y seguimiento de las campañas de marketing. El alcance que tienen determinados CRM hace que sea viable gestionar las redes sociales corporativas desde cualquier dispositivo y lugar. Al ser una solución enfocada 100% en el cliente facilita acciones de fidelización. Por excelencia, esta es la herramienta que permite escuchar mejor al usuario para lograr su satisfacción, convertir leads en clientes o explorar nuevos mercados.
El complemento inteligente
BI se nutre de los datos que extrae y analiza de sistemas transaccionales u operacionales para generar la información estructurada que dará a la empresa una visión 360 del negocio y fundamentará su toma de decisiones. BI reúne, depura y transforma datos de operaciones diarias en el conocimiento que permitirá obtener una ventaja competitiva. Esta solución hace directivos más capacitados; convierte un escenario de incertidumbre y riesgo en un ambiente de certeza y ayuda a aprovechar las oportunidades del entorno. La flexibilidad de las plataformas actuales y su carácter visual hacen que su manejo sea tan sencillo como dinámico.
Visto así, la combinación de CRM, ERP y BI es lo más parecido a un oráculo que un ejecutivo puede tener a disposición, es un apoyo clave para el nivel estratégico de la organización. Omitir la integración de estos elementos es darle la espalda al crecimiento, puede significar tanto caminar con los ojos vendados como arar en el mar.