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La diversidad de habilitadores digitales que existe en la actualidad ha permitido, entre muchas otras cosas, una relación ciudadano-gobierno más cercana y transparente. El modo en que las tecnologías de información (TI) ha transformado a las personas y las organizaciones no tiene precedente. Ejemplo de ello es que hoy pobladores remotos pueden acceder desde un dispositivo móvil conectado a información relativa a las contrataciones públicas de su localidad, lo que impulsa la participación ciudadana como pieza fundamental del sistema democrático y el proceso de construcción del país.

Administración cercana y eficiente

El uso bastante extendido de teléfonos inteligentes y el resto de dispositivos electrónicos como computadoras y tablets, así como la habilitación de múltiples canales por parte del sector público, han facilitado considerablemente la vida tanto para los habitantes de un territorio como para el gobierno responsable de atender enormes cantidades de trámites y solicitudes.

En el ámbito de la administración pública, la posibilidad de contar con bases de datos centralizadas disponibles en cualquier momento y generar expedientes de forma digital permite agilizar los procesos de manera importante. Con el empleo de soluciones informáticas adecuadas, es posible optimizar y estandarizar procesos; acortar los tiempos de respuesta a solicitudes, y ser repositorios de grandes cantidades de información, considerada esta un activo vital para la institución. Así, la adopción de tecnologías debe apuntar no solo a la resolución de trámites o la atención ciudadana, sino también a una explotación de los datos en función del diseño de políticas cada vez más eficientes destinadas a mejorar la vida de las personas y su entorno.

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Gobierno abierto y transparencia

La transparencia como elemento de la democracia que facilita el acceso a la información es uno de los temas que cobra mayor relevancia frente al enfoque de gobierno abierto. Por este motivo, cualquier administración pública que busque perfeccionarse en esta doctrina, debe tomar en cuenta la habilidad/flexibilidad de los sistemas de información disponibles para adaptarse a las políticas emergentes.

Llegar a ser un referente en este tema implica una práctica sistematizada de la innovación. La naturaleza inclusiva y complementaria de las TI, de igual manera su capacidad de masificación, las configuran a estas como aliadas de la administración pública.

El abordaje de las TI para impulsar la participación ciudadana y crear un ecosistema más justo debe realizarse en todos los niveles de gobierno. Puesto que no todos los territorios tienen el mismo acceso a las tecnologías, partiendo del internet como habilitador esencial, y la infraestructura que demanda la denominada ciudad inteligente, un reto significativo yace en revertir esta situación.

Lograr la horizontabilidad de las relaciones sociales, la absorción de opiniones distintas y habilitar vehículos para que los distintos actores involucrados en el concepto nación participen de forma activa en la construcción del país son pautas a seguir por parte de todo gobierno que se considere al servicio de su pueblo. Por lo tanto, y dado el potencial extraordinario de las TI, el empleo de estas también debe considerarse como parte primordial del proyecto.

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