¿Tenemos en stock suficientes consolas de videojuegos para satisfacer la demanda del próximo Día del Niño? ¿Cuál sucursal espera vender más unidades de estos aparatos? ¿Cuál será la marca que tendrá mayor salida? Estas son solo algunas inquietudes que pueden responderse con el apoyo de la solución de inteligencia de negocios (BI) adecuada.
La información es un recurso vital para la organización: fundamenta la toma de decisiones y ayuda a adecuarse con agilidad a las exigencias del entorno. Es el faro que posibilita a la empresa surcar los mares con seguridad.
Ahora bien, la información no surge por arte de magia. Las tecnologías de información (TI) han desarrollado un conjunto de aplicaciones y metodologías que permite reunir, depurar y transformar datos en información estructurada, información que admite ser explotada de manera directa o analizada para ser convertida en conocimiento. A esta creación de la informática se le conoce como BI, y es la piedra angular de las compañías que generan enormes cantidades de datos e información y desean adelantarse a los escenarios.
Por lo general, los datos que alimentan un sistema BI provienen de sistemas transaccionales u operacionales como CRM (sistema de gestión de relaciones con los clientes) y ERP (planificación de recursos empresariales). No obstante, el primero se diferencia de los dos siguientes porque está concebido especialmente para preguntar y divulgar información.
BI permite saber qué ocurre en el negocio, las razones por las cuales ocurre o cómo impactaría sobre la compañía determinada decisión. Posibilita ver el pasado, presente y futuro de la organización. La capacidad de la plataforma para predecir qué pasará en el negocio es, sin duda, su ventaja diferencial más importante.
Cómo podemos ajustar la política de precios; qué debemos esperar de la próxima edición del Buen Fin; qué temporada repunta más la venta del principal producto de la firma, o qué lo hace a este ser el bien más rentable son otras dudas posibles de ser abordadas con la implantación de BI. Pero ¿este tipo de solución solo tiene la capacidad de responder preguntas de índole comercial?
Otras áreas de la empresa logran verse de igual forma beneficiadas con la inteligencia de negocios. Conocer la respuesta de cómo mejorar la colaboración entre todos los integrantes de la cadena de suministro, o bien estimar cuánto tiempo durará un nuevo colaborador en determinado puesto son incertidumbres que obedecen al ámbito de la operatividad y de la gestión de capital humano, respectivamente. Ambas son posibles de conjeturar con BI.
Por otro lado, el sector de los servicios, por ejemplo, también puede verse beneficiado con la inteligencia de negocios que, en el medio hospitalario, por citar un caso, posibilita conocer las probabilidades de reincidencia de un paciente o la proyección de asignaciones de trasplantes.
El alcance de la aplicación de la inteligencia de negocios en una industria es difícil de calcular. Las TI avanzan a un ritmo acelerado y se esfuerzan cada día más en lograr integraciones más fecundas entre diversas plataformas y lenguajes. Dejar las especulaciones a un lado y afrontar la realidad con el soporte debido permitirá a la organización cambiar la óptica para alcanzar los objetivos con mayor rapidez.
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